Uno de los mas pesados trabajos en la cervecería es mover los barriles e introducirlos en la heladera. Termina destrozando la columna, cosa no deseable a mis años.
Al mismo tiempo, el carro de la antigua máquina de cerveza se había vuelto intolerablemente molesto en el medio del paso.
Decidí solucionar ambos problemas, y cual antiguo muñeco transformer, corté un poco y soldé, aquí y allá.
Quedó algo feo, porque no le llegó aún el tiempo de la pintura; pero es útil.
El operador de carro es Gustavo, la que está en el fondo llenado botellas es María Laura, la auténtica cervecera Green Belly. Mi pelada es reconocible :-)
El eje de izado es un palier de Valiant II, que supiera dejarse conducir en mis años de adolescencia, y terminó en desguace. El malacate es, inevitablemente, chino.
En cuanto a la cerveza, este domingo se cocinó una roja. Están teniendo buen cuerpo, gracias a las modificaciones de la temperatura de macerado; persistiendo con la levadura original. Me resisto a dejar su perfil neutro, buena atenuación y alta floculación al final del fermentado.
A los amigos de la Logia Cervecera, si me leen, pueden mandarme una dirección a gfiorotto@gmail.com, para remitirles algunas botellas.
Queda pendiente armar una cocción por aquí...